Bodegas Nicolás nace del viñedo y para el viñedo. Tanto el proyecto como la bodega nacen de la idea de un pequeño viticultor, que después de haber realizado varias vendimias en el viejo mundo (Francia, España e Italia) decide emigrar a Argentina en busca de una nueva vida. Allí descubre una tierra privilegiada y un clima ideal para la elaboración de vinos únicos.
Las primeras elaboraciones se realizan en el sótano de la casa familiar, localizada cerca de Maipú, algo que era muy habitual en varias regiones de Francia y España, donde el vino se elaboraba para la familia. El éxito de las primeras elaboraciones y su gran aceptación en las localidades cercanas hacen crecer en Nicolás Osaba la idea de una bodega más grande, un proyecto de vida.
Los años siguen pasando y las elaboraciones son cada vez mayores, obligando a Nicolas a ampliar la bodega hasta en dos ocasiones, para dar respuesta al mercado nacional y a un mercado de exportación cada vez más importante. En el año 2001 la siguiente generación entra en escena, Valentina y Rodrigo Osaba, hijos de Don Nicolás, comienzan a trabajar en la bodega.
Durante las dos últimas décadas. el crecimiento de la bodega se ha mantenido inalterable, obligando a la familia a mover su producción a nuevas plantas, obligada por un mercado cada vez más grande. La filosofía ha permanecido y permanecerá inalterable: pasión por la tierra, tradición y calidad, unos valores que Nicolás Osaba inculcó en la familia y que hoy en día siguen guiando nuestros pasos.
